Esta semana correspondía analizar la gestión de María Brown al cumplir dos años frente al Ministerio de Educación. El escenario ha cambiado con la disposición de la muerte cruzada y el fin anticipado de este periodo de gobierno. Entre todos los temas que es mejor pensar en frío y no al calor de las expectativas que ha generado la muerte cruzada, está el de la transición de gobierno y la continuidad de la política educativa.
Por un lado, el del Gobierno Central, hay que plantearse qué va a ocurrir con aquellas políticas y programas que están en marcha, en diferentes momentos de ejecución y lejos de cumplirse o culminar su ejecución en este periodo. Aquí incluyo al Ministerio de Educación, INEVAL y SENESCYT. Por el otro lado, el de la Asamblea Nacional, con la hoy inexistente Comisión de Educación y su pobre ejecución y desarrollo normativo en el periodo 2021 – 2023.
¿Qué va a ocurrir con la gestión del sistema educativo durante los próximos seis meses y luego en el año y medio para culminar este periodo presidencial? ¿En qué temas podremos ver avances y cuáles temas quedaran sin resolver incluso con su urgencia y gravedad? Como, por ejemplo: la construcción y adecuación de infraestructura educativa; la puesta en marcha del Plan de Prevención de Riesgos Psicosociales y el Plan de Escuelas Seguras; la búsqueda y recuperación de estudiantes que dejaron el sistema educativo durante la pandemia; la reforma curricular; el desarrollo normativo e institucional que se derivan de la LOEI y el Reglamento recientemente reformados, entre otros.
El INEVAL tiene algunos procesos de evaluación nacional como el Ser Estudiante 2023, la evaluación docente para el ingreso al magisterio; así como de carácter internacional como lo son el ERCE y PISA 2026. Mientras que, la educación superior tiene un sistema de admisiones aún cuestionado, una ley que debía reformarse, pero no prosperó en la Asamblea Nacional; el incremento de la oferta, la inserción laboral de los becarios y los perjudicados por los créditos educativos, entre otros temas.
El panorama de la crisis de gobernabilidad trae además el riesgo de que se vuelvan a suspender las clases presenciales por las manifestaciones; lo cual ahondaría la crisis de aprendizajes y los impactos económicos a futuro en el desarrollo humano y económico del país, generados por la pandemia. Otro tema sensible que debemos analizar de cerca es el presupuesto educativo, tanto el que se ejecute en el resto del año 2023, como aquel que se presupueste para el próximo año y que deberá aprobarse por una nueva Asamblea Nacional a penas sea posesionada y por un nuevo presidente y su gabinete.
Evidentemente, en seis meses no se podrá avanzar ni cumplir a cabalidad el Plan Nacional de Educación ni el Plan Nacional de Desarrollo. La política pública en general tendrá un remezón por los cambios y la incertidumbre. En el ámbito educativo, urge pensar en cómo vamos a sostener el plan trazado por la ministra Brown, cómo vamos a generar los cambios obstaculizados en la Asamblea Nacional por una comisión de educación incompetente, cómo vamos a sostener los procesos de evaluación en marcha del INEVAL y los desafíos y compromisos de la educación superior.
Es hora de crear un nuevo pacto por la educación que sostenga las iniciativas y reformas educativas en proceso, que continúe creando las estructuras para enfrentar los desafíos y debilidades del sistema educativo. Un pacto que viabilice una transición técnica y fluida entre las próximas gestiones; que plantee requisitos mínimos que guíen el accionar de los legisladores y las autoridades de la transición para garantizar el pleno cumplimiento del derecho a la educación. Un pacto educativo liderado por la sociedad civil y la cooperación internacional.
En esta contienda electoral hemos presenciado tres debates en los que únicamente en uno han participado todos los candidatos, dos organizados privadamente, el primero, por “El Comercio” y el segundo por la Cámara de Comercio de Guayaquil; mientras que el tercer debate y de asistencia obligatoria para todos los candidatos fue organizado por el Consejo Nacional Electoral.
Tanto el debate de El Comercio (9 y 10 de enero) como el debate de la CCG (14 y 15 de enero) dividieron a los presidenciables en dos grupos que debatieron en dos jornadas con cuatro temas en los cuales no constó la educación como un tema de preguntas, bueno, los debates no fueron debates sino intervenciones de los candidatos sobre sus planes de gobierno y propuestas de campaña evadiendo las preguntas de los moderadores. El tercer y último debate, el del CNE, la educación si llegó a la agenda, pero no todos los candidatos tuvieron la oportunidad de hablar sobre su propuesta educativa.
La noche del 16 de enero fue la sección correspondiente a las preguntas de carácter social en el debate del CNE. Los candidatos que efectivamente dieron sus respuestas sobre educación fueron Guillermo Lasso, Ximena Peña, Giovany Almeida, Lucio Gutierrez, Pedro Freile, Gustavo Larrea, Guillermo Celi, Carlos Sagnay, Juan Fernando Velasco, Andrés Arauz, Yaku Pérez e Isidro Romero. Fueron recurrentes los temas de autonomía universitaria, el libre acceso a la universidad y elección de carrera, la oferta y fortalecimiento del bachillerato técnico; sobre las consecuencias de la pandemia en la educación del país la respuesta fue el acceso a internet, la dotación de dispositivos a estudiantes y docentes.
Espacios de la Sociedad Civil
La educación también estuvo presente en espacios de discusión con candidatos presidenciables y para la asamblea organizados por la sociedad civil. Entre estos podemos contar los encuentros organizados por el Contrato Social por la Educación y por Juntas X Ellas, en el primero para tratar exclusivamente la agenda educativa mientras que en el segundo abordaron varios temas sociales y económicos. Tuve la oportunidad de participar en el conversatorio del Contrato Social por la Educación con el candidato Gustavo Larrea y en el programa Rompe el Muro de Radio Voz Andina Internacional
La plataforma “Ecuador Decide” de Grupo Faro incluyó cuatro temas específicos de política educativa: educación general básica y bachillerato, educación superior, educación digital, e inclusión educativa. Cada tema presenta un diagnóstico sobre la situación del país y se puede comparar las propuestas entre candidatos para cada tema, dejando claro que si bien la herramienta es interactiva y una importante fuente de información, no puede suplir la falta de propuestas e información de los planes de gobierno de los candidatos.
Escuelas aptas para ser recintos electorales, pero no para educar.
Tras un año de pandemia, las instituciones educativas se llenaron de personas, movimiento, vida pero no por estudiantes y docentes ávidos de continuar con el proceso de enseñanza – aprendizaje, sino para recibir a millones de ciudadanos que ejercieron su derecho al voto en los recintos electorales. De acuerdo a datos presentados por la Ministra Cramer, a nivel nacional se utilizaron 3909 instituciones educativas como recintos electorales, mientras que menos de 300 instituciones educativas (incluyendo públicas y privadas) cuentan con un plan piloto de retorno a clases presenciales aprobado por el COE Nacional.
La pregunta ensordecedora que no se ha puesto sobre la mesa es por qué tuvimos más de tres mil instituciones habilitadas para ser recintos electorales y no para funcionar con algún tipo de presencialidad en lo que va de los ciclos escolares tanto en sierra como en costa. ¿Dónde está el obstáculo, en el COE Nacional o en los recursos del Ministerio de Educación? Ojalá que no esperemos a que se cumpla la segunda vuelta el 11 de abril para tener 3 mil instituciones educativas funcionando con algún tipo de presencialidad para los estudiantes y no solo en modo remoto.
Finalmente, los efectos de la educación remota en los aprendizajes, la deserción escolar y otros efectos del covid19 en el sistema educativo ecuatoriano deben tener más protagonismo en la segunda etapa del proceso electoral, un plus será que los candidatos aporten con nombres de quienes conformarían los gabinetes, quien relevará a la Ministra Cramer en hacer frente a esta crisis educativa.
Evaluando las propuestas educativas en los planes de gobierno de los candidatos
A pocas semanas de las elecciones presidenciales y para promover el voto informado, empiezo a revisar los planes de gobierno de los candidatos específicamente el tema educativo. He establecido una lista de temas fundamentales relacionados a la gestión del sistema educativo y que deberían estar presentes en una agenda mínima para la política pública del próximo gobierno. Estos temas nos ayudarán a conocer el entendimiento de los candidatos sobre política educativa, la importancia de la educación, la situación y los desafíos que representa garantizar este derecho fundamental.
El primer punto, y el más importante, es el presupuesto educativo. En Ecuador, la Constitución y la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) disponen que el 6% de PIB del país debe destinarse anualmente para financiar el sistema educativo a nivel nacional. Lo que yo quiero saber es qué es lo que piensa hacer el candidato respecto a cómo garantizar los recursos en medio de una crisis económica que viene de años atrás y se incrementó con la pandemia. Como va a garantizar que el MINEDUC tenga recursos para su gestión, siendo el Ministerio más grande y con mayor carga salarial.
Si es que no hay dinero cualquier propuesta, incluso los derechos escritos en la Constitución son una declaración, una idea bonita, puede sonar innovador, pero será difícil de concretar, por no decir imposible. La política pública requiere de un sustento económico, además cuando se habla de recursos para el sistema educativo, hay varios rubros: infraestructura, conectividad, textos y materiales escolares, recursos humanos: docentes, directores y personal de apoyo a la gestión escolar. ¿cómo va a ser la relación con los diferentes tipos de sostenimiento: educación privada y fiscomisional, se mantendrán los copagos para instituciones educativas particulares establecidos en la ley humanitaria?
Previo a la pandemia, el sistema educativo venía tarde y sin éxito en garantizar conectividad para las instituciones educativas públicas. El acceso a dispositivos tecnológicos y a conexión a internet fue un tema relevante a partir del paso a la educación remota pues muchos estudiantes y docentes no tuvieron capacidad para conectarse y mantener la continuidad académica a través de la educación virtual. En este contexto, cuál es la propuesta del futuro presidente en cuanto a la conectividad para instituciones educativas, estudiantes, familias y docentes, qué hará en su mandato para promover el acceso a dispositivos y conexión a internet, qué propondrá sobre las plataformas para gestión educativa que existen actualmente y la generación de propuestas educativas digitales de alta calidad.
Pensar en la educación es pensar en los aprendizajes, y por lo tanto en el currículo. ¿qué es lo que se enseña en la escuela y qué es lo que queremos que se aprenda? Lo que está bien o mal de acuerdo con el candidato y su propuesta de cambio o mejora del sistema educativo deben tomar en cuenta las asignaturas y la forma de aprender. Un candidato que respete la Constitución, respetará los términos en que se garantiza el derecho a la educación en la Carta Magna, la libertad de cátedra, la libertad de los padres para elegir para sus hijos una educación de acuerdo a sus valores e ideales y, la construcción de un sistema educativo plural, diverso, inclusivo y que genere ciudadanos capaces de desarrollar el país.
Se requiere tomar decisiones pedagógicas, no esperamos que el presidente electo tenga todas las respuestas, para ello estará el Ministro de Educación, por ello es importante que los candidatos nos compartan cuáles son las personas que considera serían aptas para dirigir el sistema y afines a su gestión. Quienes estén frente a la gestión del Ministerio de Educación y de SENESCYT, son quienes deberán enfrentar la educación en pandemia, la deserción escolar y universitaria a causa del covid19, los impactos en los aprendizajes y en las condiciones laborales de los docentes, además de temas específicos como la condición de los becarios en el exterior.
Hablar de educación no es simplemente el acceso a la universidad o el bachillerato, también están los niveles previos que requieren de nuestra atención: el nivel inicial y la educación general básica. El cuidado infantil y los programas de desarrollo infantil temprano. Las guarderías son una forma de ayudar a las mujeres y familias que necesitan trabajar, a partir de la pandemia dejaron de utilizar este servicio. Muchas mujeres dependen de estos servicios para poder trabajar y por lo tanto para mejor la economía familiar. Es urgente que el futuro gobernante nos diga las medidas que va a tomar.
Lo que realmente necesitamos un candidato y un presidente que entienda cuál es la realidad del sistema educativo ecuatoriano actualmente y eso es lo que debe resolver en su gestión. No cambiar y no llegar a borrar lo que no funciona. Necesitamos alguien que venga a liderar.
Grandes reformas y grandes cambios no pueden darse en esta gestión, tal vez sentar las bases, tal vez una propuesta de reforma a la ley para dentro de cuatro años, generar los acuerdos políticos y desarrollar la capacidad técnica de los GADs para fortalecer la educación en territorio. No es momento de decir que vamos a tener un cambio de 180 grados en el modelo de gestión o en el currículo. Hay cosas que requieren acuerdos políticos e inversión, inversión que no tenemos en este momento. Necesitamos propuestas claras y concretas. Necesitamos menos romanticismo y más practicidad. Eso en cuanto a política educativa.
A partir de la declaración de la emergencia sanitaria y el Estado de Excepción en marzo de este año, se inicia lo que conocemos como una fase de educación remota de emergencia que se dio en todo el mundo y que en algunos países ha concluido con el retorno progresivo a las aulas; mientras que en Ecuador al igual que en otros no han retornado todavía a lo que conocemos como una educación presencial, sino que se ha iniciado el nuevo año escolar en modalidad virtual y con las escuelas cerradas.
El homeschooling es una respuesta para los padres que se planteaban ¿educar a sus hijos en casa o enviarlos a una escuela? En cierta forma el covid19, la cuarentena y la suspensión de asistencia a clases presenciales coarta la libertad de elegir si envían o no a los chicos a la escuela, hay un bien mayor que proteger que es la salud de toda la comunidad educativa y la sociedad en su conjunto.
Considero oportuno analizar cómo se configura el homeschooling a partir de las decisiones tomadas en el contexto de la pandemia, reconfigurando las normas y políticas en relación a la decisión de los padres de educar a sus hijos por fuera del sistema, los conflictos que surgen y las oportunidades que se presentan en esta oferta educativa.
1. Aclaraciones
Hay términos que se han usado a partir de la pandemia para denominar el proceso de escolarización durante estos meses de cuarentena y los términos de los lineamientos de educación abierta y las definiciones en la LOEI y su reglamento. Lo importante de diferenciar y comprender a qué se refiere cada modalidad u oferta es para establecer las responsabilidades y el marco de acción de cada actor: institución educativa, familia, estudiante, gobierno, tutores, y docentes.
La oferta extraordinaria de “Educación en Casa”, conocida como “homeschooling” responde a la libertad constitucional de los padres de elegir para sus hijos una educación acorde a sus principios y creencias, una opción que traslada la responsabilidad de la formación de los estudiantes a los padres, donde ellos planifican los contenidos y tiempos de aprendizaje, las rutinas y la metodología. La educación no necesariamente se da “en la casa”, usualmente quienes eligen esta modalidad son familias que viajan mucho por actividades laborales de los padres, porque los chicos son deportistas de alto rendimiento, por situaciones de salud incluyendo a quienes se encuentran en programas de rehabilitación por uso, consumo y abuso de alcohol y otras sustancias psicotrópicas, adolescentes embarazadas o en periodo de maternidad.
La suspensión de asistencia a clases presenciales para prevenir el esparcimiento del covid19 trajo como consecuencia que tanto hijos como padres compartan más tiempo en casa; en consecuencia, se mezclan esas actividades que se daban en espacios distintos en tiempos paralelos: el trabajo y la asistencia a clases. Familias en modo teletrabajo y educación remota de emergencia, pero en lo práctico los padres empezaron a llamar homeschooling a: estar pendientes de que sus hijos se conecten a clases, realicen tareas, estudien, participen en clases, en organizar que las actividades extracurriculares también tengan su sesión de zoom. Los docentes y las instituciones educativas continuaron laborando desde casa, con clases sincrónicas y manteniendo horarios escolares, contenidos y actividades que se podían adaptar a nuevos formatos.
Nadie tiene tiempo para estar corrigiendo a los padres que llamaron a ese mix de crianza/más responsabilidades sobre la educación de sus hijos/ teletrabajo, que eso no es el verdadero homeschooling, y eso está bien. Los conflictos y confusiones surgen a partir de la normativa para la educación abierta que emite el Mineduc en julio para organizar cómo iniciaría el siguiente año escolar en el ciclo sierra; además con la modificación de la normativa de las ofertas extraordinarias, específicamente lo que se refiere al homeschooling, y la cereza del pastel: los lineamientos para la modalidad educación en casa.
Basada en esta normativa y con la esperanza de aclarar en algo esta confusión de términos de las modalidades educativas que reconoce el Ministerio de Educación en Ecuador, realicé este cuadro:
Modalidades Educativas vigentes en Ecuador en el marco del COVID 19, excepto la educación presencial que es referencial.
2. Reglas del juego
Continuemos analizando cómo se configura el homeschooling en Ecuador a partir de la nueva normativa. Para empezar, el homeschooling es avalado por la constitución y la ley; es decir, no es prohibido, por supuesto que encontraremos un antes y un después de la pandemia en la regulación de esta modalidad educativa, pero en lo que está vigente hoy y con planes a futuro, la normativa de Ecuador deja muy poco lugar para el accionar, la elección y la responsabilidad de los padres. Esto es un elemento clave que configura al homeschool como tal: elección y sacrificio de los padres, en consecuencia, Ecuador será considerado como parte de aquellos estados que permiten pero que son inflexibles en cuanto a las normatividad de la educación por los padres.
Existen dos acuerdos ministeriales que contienen normativa respecto a la educación en casa, el primero relativo a las modalidades extraordinarias y el segundo, relativo a la educación abierta, el primero prepandemia y el segundo emitido durante la pandemia. El problema y la confusión radican en los lineamientos publicados en julio del presente año, donde dan detalle de lo que deben hacer las instituciones educativas para ofertar la educación en casa, lo que deben hacer los padres y los funcionarios de los distritos.
Los lineamientos confunden porque tratan a la educación en casa como una modalidad de educación abierta, que no lo es, y de paso incluyen al “servicio de Educación en Casa, en Estados de Excepción o Emergencia” (lo que ha ocurrido a partir de la declaración de la crisis sanitaria, estado de excepción y cuarentena obligatoria en marzo, también conocido como educación remota en contexto de emergencia) dentro de estas nuevas normas que se supone son para los padres que eligen educar a sus hijos fuera del sistema.
Los lineamientos explican desde los requisitos para que las instituciones públicas, fiscomisionales o particulares ofertan la nueva modalidad de educación en casa, cómo y dónde deben solicitar los padres de familia la matrícula de sus hijos (distrito en caso de la pública y directamente en la institución educativa en caso de la privada); hasta que momento del año escolar se puede optar por esta modalidad, el proceso de aprobación de la solicitud y quien lo realiza, las responsabilidades de los padres de familia, de los distritos y del personal docente y administrativo de las instituciones educativas. Los lineamientos también detallan cómo construir el plan de estudios en concordancia con el currículo nacional, las actividades de socialización reconocidas por el MINEDUC, disposiciones sobre el Programa de Participación Estudiantil (requisito obligatorio para obtener el bachillerato en Ecuador), la frecuencia en que deben encontrarse los docentes con los padres de familia (2 veces al mes), las evaluaciones para la promoción de niveles y sobre la reinserción en el sistema educativo.
De la lectura de los lineamientos, se puede concluir que existe más regulación, más que una guía que acompaña a las familias, la normativa limita el accionar, la elección y la responsabilidad de los padres para educar a sus hijos. Los lineamientos generan más carga administrativa para los vicerrectores, sub-directores, departamento de consejería estudiantil y docentes de la institución educativa un punto importante ya que los costos que cubren la matrícula y mensualidad en el caso de las privadas equivalen únicamente a los salarios docentes y se excluye al personal encargado de gestión de la institución y al DECE*.
*(Informe Técnico para el Proyecto de Reforma Acuerdo Ministerial No. MINEDUC-MINEDUC-2019-00057-A, de 23 de agosto de 2019- en el que se establezca los costos del servicio de Educación en Casa).
3. El homeschooling no es una “opción barata”
Las primeras reacciones de padres en cuanto a las pensiones para el sector particular fue que debían reducirse porque no es lo mismo la educación presencial que online y que ya no existen los costos de infraestructura física por lo que los gastos no representan el costo de la pensión, luego la crisis económica se acrecienta y en julio el Ministerio de Educación emitió lineamientos para la educación abierta, además de las disposiciones sobre el cobro de pensiones y matrícula para cada oferta de las instituciones particulares.
Al disponer que la oferta de educación en casa sea el 30% de la pensión autorizada por el Ministerio, pasa a ser la mensualidad más baja en relación con las otras ofertas; el homeschooling se vuelve más atractivo para familias en crisis. Pero educar en casa en primer lugar implica un sacrificio, o el padre o la madre dejan de trabajar para dedicarse a la educación de sus hijos. En segundo lugar, las familias deben tener un presupuesto para materiales, recursos, dispositivos tecnológicos, actividades de socialización, deportes, todos los extracurriculares que ahora también son coordinados por los padres. Esto es, la educación en casa no significa que no hay gastos, y mucho menos que todos estos gastos son responsabilidad o van a correr por parte del Estado.
El presupuesto debe considerar la matrícula y pensión a la institución educativa en caso de elegir matricular a su hijo en el sector privado, si van a contratar un tutor a tiempo completo o por horas, servicios de salud preventiva, la contratación de un seguro de accidentes, si su hijo requiere apoyo psicopedagógico deberá prever el costo de las terapeutas; además es recomendable este tipo de apoyo para la adaptación de los estudiantes y las familias que pasan del sistema educativo a la casa, es decir, que se desinstitucionalizan, y en el momento de que quieran volver al sistema.
4. Inequidades
El hecho de que se organicen “learning – pods”, “micro-escuelas”, “cooperativas de padres”, “escuelas burbuja” va a ser beneficioso para las familias que tienen recursos, no así para las familias de menores recursos. En los medios vemos ya estas brechas, en las comunidades que no tienen acceso a internet se reúnen debajo de un árbol o en espacios abiertos a trabajar con los cuadernillos elaborados por el Ministerio, una madre, abuela o adolescente sin experiencia se hace cargo del grupo, porque lo más importante es estudiar. Ecuador ha dado el paso de reconocer zonas no escolares como espacios educativos para aquellos estudiantes que no tienen acceso a la escuela o internet.
La normativa para la educación abierta define a los “Ambientes no Convencionales” de aprendizaje como: “El proceso educativo puede desarrollarse en cualquier lugar y momento fuera de la infraestructura educativa, como la casa o la comunidad, fomentando la autoformación, que es la base del aprendizaje, la cual estará afianzada con la entrega de materiales físicos al estudiante por parte de la institución educativa, como artículos y/o guías impresas, libros, o material multimedia a través de CD u otros; también puede utilizar como soporte al proceso educativo la radio y la televisión”.
La disposición general quinta del Acuerdo Ministerial – MINEDUC – 2020-00038 establece la posibilidad de los ambientes no convencionales de aprendizaje únicamente para los estudiantes de instituciones educativas de sostenimiento fiscal. Para los adolescentes del subnivel de básica superior y del nivel bachillerato que viven en lugares de difícil acceso o que no cuentan con recursos tecnológicos, pero pueden acudir a una institución educativa esporádicamente, se implementará una educación flexible y acorde a las realidades y contextos territoriales.
Del otro lado, las familias homeschoolers con mayores recursos se organizan, contratan tutores altamente calificados, padre y madres con alto capital cultural organizan las actividades de socialización. Surgen nuevos emprendimientos que ofrecen servicios educativos en casa, contratan en modalidad servicios profesionales (pagando por hora trabajada o servicio prestado) a docentes que perdieron su empleo por la pandemia.
Considero que por un lado esas comunidades van a generar inequidad más que una diversidad positiva y plena. Considero que el hecho de que un padre quiera que los chicos de la misma edad aprendan juntos una misma materia es aceptar los fines del sistema educativo: homogeneidad y simultaneidad sistémica y por lo tanto se desvirtúa el significado y propósito del homeschooling.
Pero, por qué hablamos de que se generan inequidades. En la práctica las familias que eligen educar a sus hijos, como las familias que han decidido mantener a sus hijos matriculados en el sistema educativo a través de la modalidad regular que NO tiene asistencia a las escuelas y las modalidades abiertas, están utilizando los servicios de tutores, comunidades o learning pods. Mientras que las familias que no tienen recursos, no pueden acceder a tutores, a expertos y aquellas comunidades de aprendizaje – ejemplo “la escuela bajo el árbol” que coordinan dos adolescentes en Guayas- son agrupaciones o reuniones de estudio, mas no hay una guianza bajo criterios pedagógicos.
No está mal pedir ayuda cuando no tienes idea cómo educar a un niño, ni está mal que las familias que tienen empleo y por lo tanto no tienen disposición de tiempo para las actividades formativas de sus hijos busquen apoyo de expertos. Precisamente la cuestión que genera aprendizajes desiguales es la posibilidad de acceso, en la práctica no es lo mismo cuando un estudiante con dificultades de aprendizaje trabaja con un docente, en contexto de aula, o un tutor; que un estudiante con dificultades de aprendizaje en un contexto de menores recursos económicos, que asiste a un “ambiente no convencional” con adultos a cargo que no tienen idea de como identificar o apoyar a estudiantes con dificultades de aprendizaje. Entonces a menor oportunidad de acceso a un docente o tutor, menor oportunidad de aprender mejor y por lo tanto, menores oportunidades para el desarrollo humano.
5. Precarización docente
Otro tema que causa confusión por la redacción de los lineamientos es la figura del docente de la institución educativa y del docente – tutor, que no son lo mismo pero a ratos parecen ser la misma persona que tienen las mismas responsabilidades. El docente -tutor se trata del padre que está a cargo de la formación de sus hijos o el tutor que la familia contrata para el efecto. Indagar sobre los tutores nos permite plantear los riesgos que traen los servicios escolares a domicilio para la cuestión docente.
Entonces, los servicios escolares a domicilio (por empresas y no solo por el docente a nivel personal-profesional) están permitidos por estos lineamientos del MINEDUC y pensados en las familias que eligen la educación en casa y quieren contratar tutores que apoyen las tareas pedagógicas. En este punto pienso en todos los requisitos que pide el Ministerio a las instituciones educativas privadas para demostrar que ofertar la modalidad educación en casa es algo sostenible dentro del proyecto educativo y especialmente en lo económico. ¿Qué proyecto es sostenible en una crisis? ¿Son los servicios escolares a domicilio algo sostenible?
Es que enseñar, no es cocinar, no es vender comida, no es vender mascarillas ni cualquier otro producto que se pueda ofertar a domicilio. La calidad de la educación requiere profesores que estén descansados, bien de salud, con menor nivel de estrés, que tengan espacio para ofrecer el abanico de recursos que requieren sus estudiantes de acuerdo a intereses, niveles y dificultades de aprendizaje de ser el caso. Planificar, preparar, dar la clase, evaluar. Hay mucho trabajo detrás de esa hora pedagógica que se da.
¿Qué política educativa está avalando el Estado en cuanto al ejercicio de la docencia? ¿cómo funciona? ¿Tendremos profes-delivery? Docentes que van de un lado a otro, de un hogar a otro, dando una hora de tutoría por aquí y otra por acá, sumando horas hasta llegar a fin de mes con los gastos y con las justas. ¿Cómo van a funcionar los días y horas de descanso de los docentes o las licencias por enfermedad u otras cuestiones personales?
En serio, el tema salud es algo importante en la cuestión docente y más en contexto de una pandemia. Si un docente trabaja directamente para una familia, ¿quién cubre su seguro de salud? ¿quién cubre las pruebas para detectar el COVID19? ¿será afiliado a la seguridad social? ¿qué ocurre si el docente se contagia en el hogar al que presta servicios? Si un docente trabaja bajo modalidad servicios profesionales para una “empresa de servicios de educación en casa”, es decir, es tercerizado; funcionará el hora no trabajada, hora no pagada, y con ello, los docentes no reportarían enfermedades de cualquier tipo o si se ven forzados a tomar licencias y descanso, sus ingresos disminuirán considerablemente.
Hay que ver más allá de lo que parece un gran emprendimiento para una persona, a costa de la necesidad de los docentes que se quedaron sin empleo; más allá de la satisfacción de la necesidad de familias homeschoolers o de educación abierta o remota que requieren apoyo de docentes; debemos ver por la calidad de vida de los docentes como profesionales y seres humanos cuya integridad personal y desarrollo humano se ve disminuido a causa de la pandemia y las políticas educativas de la cuarentena.
6. Los debates que se habilitan.
A mi parecer el debate del homeschooling no termina con el fin de la pandemia, ni con la decisión del Ministerio de Educación de “ampliar la oferta” o de que los padres decidan educar a sus hijos en casa, matriculen en una institución educativa e informen en el distrito.
Hay temas que la agenda educativa ecuatoriana deberá retomar: la educación moral, la educación sexual, el desarrollo de habilidades sociales, la importancia de los docentes y su formación, cuestiones de género: el rol de las mujeres y los obstáculos que enfrentan las mujeres para obtener empleos y ocupar altos cargos en lo público y lo privado, temas de tolerancia política o religiosa. El impacto en el mercado educativo de esta doble privatización que se da al pagar matrícula privada, más educación a cargo de los padres que en realidad contratan tutores.
Yo quiero plantear dos temas, el primero desde la significancia de asistir a la escuela para los estudiantes, y el segundo, desde los obstáculos para el empleo y emprendimiento de las mujeres. En el primer caso, tanto las instituciones educativas públicas como las privadas proveen para muchos niños un espacio seguro, de socialización, de aprendizaje, y de construcción de identidad individual; un lugar en el cual son considerados y respetados independientemente de quienes son sus padres, y donde ellos pueden conocer de diferentes tradiciones, culturas y creencias distintas a las de su hogar. Los estudiantes son valorados por ser estudiantes y no por ser hijos. Son considerados por sus caracteres, por su estado, por su situación, independientemente de la situación de los padres. Entonces me gustaría plantear la pregunta de cómo esta ruptura generada por la pandemia y por la decisión del homeschooling en lugar de la educación abierta va a impactar en los niños y adolescentes.
En el segundo caso, considero importante hablar de las posibilidades que genera el homeschooling en contexto de pandemia para que los hombres ocupen roles de cuidado, crianza y formación en el hogar, mientras que las mujeres continúan con su desempeño laboral en modo teletrabajo o trabajo presencial. Es decir, romper con la tradición del homeschooling en que la mujer es quien se queda en casa educando a los niños, dejando de lado su carrera profesional o posibilidades de empleo para dedicarse 100% a la crianza, educación y el hogar. No hay que perder de vista que en una economía en crisis, trabaja quien tiene la oportunidad y se convierte en proveedor del hogar sea el hombre o la mujer, además si una mujer ocupa un espacio de poder tanto en lo público o privado no puede estar obligada a dejarlo de la noche a la mañana porque decidieron educar a los hijos en casa y “ese rol no le corresponde al marido”.
Fuentes consultadas:
Donnelly, M. P. (2012). Homeschooling. In C. L. Glenn & J. De Groof (Eds.), Balancing freedom, autonomy and accountability in education: Volume 1 (199-220). Tilburg, NL: Wolf Legal Publishers.
West, Robin. The harms of homeschooling.
Lineamientos para la implementación del servicio educativo extraordinario “educación en casa”. Ministerio de Educación, Ecuador. 2020.
Informe Técnico para el Proyecto de Reforma Acuerdo Ministerial No. MINEDUC-MINEDUC-2019-00057-A, de 23 de agosto de 2019- en el que se establezca los costos del servicio de Educación en Casa
En medio de la pandemia y crisis educativa a nivel mundial por el COVID19, en Ecuador se han tomado decisiones que han afectado al derecho a la educación y al sistema educativo, es por lo tanto necesario reflexionar sobre estas acciones e inacciones y su impacto en la educación ecuatoriana ahora y en el futuro.
Quiero empezar analizando desde la política educativa sobre la suspensión del Programa del Diploma del Bachillerato Internacional en las instituciones educativas de sostenimiento público para el régimen costa – galápagos 2020 – 2021. Esta decisión la tomó la Ministra de Educación Monserrat Creamer y se comunicó a las 77 instituciones educativas afectadas a través del Memorando Nro. MINEDUC-MINEDUC-2020’00205-M del día 4 de mayo del 2020. Actualmente la Corte Constitucional lleva el caso N10-20-IA donde se sostiene que se ha vulnerado el derecho a la educación y la movilidad social de estudiantes y familias pertenecientes a las instituciones educativas afectadas.
Antecedentes
Previo a instaurarse el Programa del Diploma de la Organización de Bachillerato Internacional en instituciones educativas de sostenimiento público se aprueba la Constitución vigente en el 2008, donde se establece la gratuidad de la educación hasta el tercer nivel y obligatoriedad de la educación hasta el nivel de bachillerato; posteriormente en el 2011 se expide la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) y su reglamento en el 2012. La normativa de carácter progresivo y garantista, permite entonces poner el foco en la calidad educativa y desarrollar políticas y programas que atiendan las necesidades educativas del país.
Hasta el 2013 la oferta del Bachillerato Internacional en Ecuador se encontraba únicamente en instituciones educativas privadas, mayoritariamente el Programa del Diploma para los últimos años del bachillerato y pocas instituciones ofertan el Programa de Años Intermedios (PAI) y el Programa de Escuela Primaria (PEP). Después de un programa piloto en el sector fiscal, se dispuso ofertar gradualmente el Programa del Diploma en instituciones públicas alcanzando su implementación a 77 instituciones en el ciclo costa – galápagos y 120 instituciones en el ciclo sierra- amazonía (vigentes al año – lectivo 2019 – 2020).
El 6 de febrero del 2020 el Ministerio de Educación (Mineduc) emite el Acuerdo Ministerial N° MINEDUC-MINEDUC-2020-00005-A que contiene las directrices para implementar los programas del Bachillerato Internacional en las instituciones educativas fiscales, municipales y privadas en Ecuador. Al emitir regulaciones para las instituciones públicas se entiende que previo a la pandemia, no existe intención del Ministerio de Educación de suspender el Programa del Diploma, sino dar un marco normativo para fortalecer esta oferta.
Afrontando la crisis
Pensemos en el escenario actual de los sistemas educativos y en quienes deben tomar las decisiones. No hay recursos, en los próximos meses se reduce el presupuesto del Estado y por lo tanto lo que recibirá el Ministerio de Educación, ¿qué programas mantengo? ¿cuáles son los programas y departamentos que deben ser priorizados para garantizar la continuidad educativa en el sistema fiscal? ¿qué programas puedo suspender para poder utilizar esos recursos en áreas fundamentales? ¿a quién doy preferencia y por qué doy esa preferencia al momento de costear programas diferentes al bachillerato en ciencias ofertado por las instituciones públicas?
Desconozco si existen precedentes jurisprudenciales en Ecuador, normas o doctrina sobre el manejo y reorganización del presupuesto de una cartera de Estado, como lo es el Ministerio de Educación, durante un Estado de Excepción. Si bien existe la disposición expresa del art. 165 #2 de no desviar fondos públicos destinados a educación durante el Estado de Excepción; nada dice de límites o prohibiciones a quien dirige el sistema educativo sobre el destino de los recursos dentro de la gestión de la misma cartera; esto sería, si la Ministra puede o no reorganizar las partidas presupuestarias con las que cuenta en favor de garantizar el derecho a la educación.
En el caso que lleva la Corte Constitucional el Mineduc plantea que el costo – eficiencia del Programa del Bachillerato Internacional es tan bajo que no justifica la inversión, además el Estado ecuatoriano adeuda a la Organización del Bachillerato Internacional apróximadamente tres millones de dólares mientras que para la implementación óptima del Programa a nivel nacional se requieren más de siete millones de dólares. Por lo tanto, el argumento de tener bajos porcentajes de aprobación y certificación de estudiantes en instituciones educativas de sostenimiento público para la suspensión del programa del Diploma pierde fuerza si consideramos el acuerdo publicado cinco semanas antes de la suspensión de actividades en todo el sistema educativo a nivel nacional. Mientras que, si consideramos los costos de implementación ante una crisis económica donde el financiamiento educativo se ha reducido considerablemente, la decisión de suspender el Bachillerato Internacional es lógica.
Bachillerato Internacional vs. Conectividad vs. Salarios Docentes
El covid19 volcó a todos los sistemas educativos del mundo a una educación remota de emergencia a través de internet y dispositivos tecnológicos a un híbrido entre el homeschooling y la educación online. Poniendo en foco las políticas educativas en tecnología, la pandemia dejó ver la escasa infraestructura, la falta de acceso a dispositivos tanto en las familias como en las escuelas, la necesidad de formar a los docentes para utilizar dispositivos, plataformas y ejercer en contextos adversos y distintos al aula de clases.
Las políticas educativas referentes a tecnología educativa y conectividad en las escuelas, al igual que la implementación del BI, son posibles a partir de la LOEI en el 2011, ambas sin el éxito esperado. Hoy pensamos en cómo sería la realidad del sistema educativo ecuatoriano si, al igual que Uruguay con su Plan Ceibal, hubiéramos concentrado esfuerzos y presupuestos en equipar escuelas, docentes y estudiantes hasta llegar a un 100% o porcentaje cercano previo a la pandemia, previo a las crisis económicas que han afectado al país, o si no tuviéramos gobiernos corruptos que ni la educación han dejado fuera de sus intereses.
La prevención del COVID19 a través del distanciamiento social es incompatible con la realidad de la organización del aula. La infraestructura escolar está pensada para que en ella habiten miles de estudiantes en jornadas de ocho horas durante cinco días a la semana y, en consecuencia, se suspendió la asistencia a las escuelas en Ecuador y en todo el mundo. Esta salida que evita la proximidad y el confinamiento de estudiantes y docentes no es perfecta, trajo mayores interrogantes y desafíos a los sistemas educativos, el primero corresponde a la continuidad de los procesos de enseñanza – aprendizaje, lo que fue resuelto en parte al utilizar dispositivos y conectividad a internet desde los hogares.
En esa línea, el problema trajo otros problemas; el asunto es que en lugar del programa de conectividad en las escuelas que financian el Ministerio de Educación, Ministerio de Telecomunicaciones y la Cooperación internacional, la conectividad desde los hogares la pagan las familias y los docentes. El gobierno dispuso a CNT (empresa pública que provee el servicio de internet) no cobrar las tarifas durante la pandemia y garantizar la conectividad, sin embargo, la obligación del Mineduc de proveer de dispositivos a estudiantes y docentes, plataformas educativas para uso de docentes, estudiantes y familias continua; además de contar con infraestructura tecnológica para el personal del Ministerio y sus oficinas desconcentradas con el fin de garantizar la provisión del servicio educativo.
Aliviar el gasto a las familias para que los estudiantes puedan tener conección a internet, dispositivos sean celulares, tablets o computadoras, la construcción de redes que proveen el servicio de internet se han vuelto una necesidad básica que requiere un amplio presupuesto destinados al acceso al derecho a la educación.
Existe otro gasto urgente que el Ministerio de Educación no ha cumplido: el pago de los salarios docentes. Desde el inicio de la cuarentena en marzo de este año, el Ministerio de Educación no ha pagado los salarios docentes con puntualidad; los docentes han recibido sus remuneraciones pasada la primera quincena del mes, excepto el salario correspondiente al mes de junio que hasta la fecha de hoy (27 de julio) no ha sido depositado. Primero se debió a que el Ministerio de Finanzas utilizó partidas presupuestarias de educación para el pago de la deuda externa, luego bajaron los ingresos que el Estado percibe a través de la recaudación tributaria y que son destinados al financiamiento educativo. Los docentes son un eje fundamental del sistema educativo y no han parado de trabajar, adaptarse al cambio, repartir canastas de alimentos, entregar cuadernillos pedagógicos, enviar tareas por whatsapp, etc.; tampoco han dejado de ser padres, madres, sostenes de sus hogares, requerir medicinas o tener deudas impagas.
Las políticas de conectividad y las políticas referentes a la cuestión docente parecen incomparables con la provisión del programa del diploma del BI, excepto que las dos primeras son condiciones imprescindibles para garantizar el acceso a la educación, la continuidad pedagógica de millones de niños y adolescentes en el país y nos encontramos en un contexto de crisis donde los recursos destinados al financiamiento educativo son escasos. Entonces, si consideramos lo que equivalen los 10 millones de dólares necesarios para reactivar el programa del diploma, en conectividad y salarios podemos ponderar la decisión de la Ministra Cramer.
Un mes de salario de 12.239 docentes en categoría G (817 USD); 50 mil tablets (a un precio aprox de 200 usd en el mercado ecuatoriano) o 20 mil computadores de escritorio (precio aprox. 500 usd); la mensualidad de más de 350 mil planes de internet (el plan de conectividad más barato de CNT que otorga una velocidad de 20 mps es de 27.89 usd). Son 1.545 estudiantes afectados por la suspensión del programa del diploma, un millón de estudiantes que no tienen acceso a internet de los 3 millones de estudiantes que se encuentran matriculados en el sistema fiscal en niveles de educación general básica y bachillerato a nivel nacional.
Bachillerato Internacional vs. Otras Ofertas Educativas del Mineduc
Una sentencia que reconozca el Bachillerato Internacional como un derecho nos pondría la soga al cuello. Si solo se mira un lado de la moneda tenemos la perspectiva de 1500 estudiantes privados de un programa educativo, bajo esa premisa se pretende que se reconozca un derecho en la línea de la progresividad de derechos que garantiza la constitución vigente. Del otro lado de la moneda tenemos un millón de estudiantes sin conexión, cientos de miles de docentes impagos, millones de estudiantes que forman parte del sistema educativo y también tienen derecho a permanecer y egresar de la secundaria.
Suponiendo que la Corte Constitucional declara la inconstitucionalidad del acto administrativo que suspende la ejecución del PD y ordena “la restitución de derechos” a los estudiantes que “cursan” el BI y fueron asignados al Bachillerato en Ciencias, esto supondría que el Mineduc debería tomar 10 millones de USD de su presupuesto para cancelar la deuda y cubrir los costos con la OBI para el presente año escolar; es decir, que la sentencia avalaría a la Ministra de Educación a recortar otros programas, entidades administrativas y consecuentemente despidos de personal administrativo y docente para poder cubrir el PD.
Comparar entre ofertas, es decir entre los programas que ofrece el Mineduc para el bachillerato y garantizar la promoción y egreso del sistema educativo, no es justo porque no podemos decir que los estudiantes del bachillerato técnico profesional tienen menos derechos que los estudiantes del bachillerato internacional. Ninguno de los dos tiene más derechos que los estudiantes del bachillerato en ciencias o el programa acelerado. En este supuesto de comparar y seleccionar los recortes entonces pongamos sobre la mesa todos los programas que oferta el Mineduc que tienen diferentes objetivos y que en suma garantizan el desarrollo humano de esta nación, que generan oportunidades, que promueven el desarrollo de habilidades sociales, la vinculación con la comunidad, la preparación para el trabajo, la prevención de la violencia escolar y social, entre otros.
Si hablamos de derechos…
Quiero empezar con el artículo 11 de la Constitución ecuatoriana vigente especifica los principios rectores para los derechos y libertades reconocidas en ella, con eso queda claro que los derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles, interdependientes y de igual jerarquía (#6); que los contenidos de los derechos se desarrollan a través de la política pública de manera progresiva y es el Estado el obligado a generar y garantizar las condiciones necesarias para su pleno reconocimiento y ejercicio; mientras que las acciones u omisiones de carácter regresivo son inconstitucionales (#8).
Para el contexto actual de una crisis sanitaria, económica y educativa es una obviedad que el Estado no logra generar y garantizar las condiciones necesarias para la progresividad de derechos; a mi entender, la autoridad educativa nacional está obligada a que sus acciones u omisiones no sean regresivas en cuanto a hacer realidad lo dispuesto en el artículo 28 primer inciso: “Se garantizará el acceso universal, permanencia, movilidad y egreso sin discriminación alguna y la obligatoriedad en el nivel inicial, básico y bachillerato o su equivalente”. Esto abarcaría la decisión de pasar a los estudiantes de PD a BGU (en ciencias). Dicho de otra forma, estamos en emergencia y el Ministerio de educación le otorga educación gratuita y remota, le entrega lo que hay, lo que puede a TODOS. Cumpliendo en lo que le corresponde el artículo 348: “La distribución de los recursos destinados a la educación se regirá por criterios de equidad social, poblacional y territorial, entre otros.”
Si hablamos de derechos, el problema está en la educación pública gratuita que hoy el Estado no puede financiar de manera oportuna, regular y suficiente para 3 millones de estudiantes. Si hablamos de derechos, hay un actor principal en el proceso educativo y en este proceso constitucional que no ha sido escuchado: los estudiantes de bachillerato en el sistema fiscal. La Corte debería tener un canal para escuchar esas voces, una vez más es evidente la necesidad de un Defensor de la Niñez y Adolescencia.
Bajo otras circunstancias, si pretendemos que no existe una crisis educativa por la pandemia y que tenemos 10 millones en el presupuesto de educación para pagar lo adeudado a la OBI y el costo de certificación de las cohortes 2020 – 2021 de los regímenes costa – galápagos y sierra – amazonía, es decir, del total de instituciones educativas públicas que ofertan el BI. Si las condiciones fueran esas y el Mineduc decide no continuar con la oferta del BI, recomendaría que se garantice que los estudiantes de segundo y tercero de bachillerato culminen el bachillerato con esta oferta y no se les cambie el programa; que se destine un presupuesto a hacer seguimiento de todos los estudiantes que han sido beneficiarios del programa del diploma en instituciones públicas. Hoy el escenario no es ese.
Salir de la crisis requiere que la normativa ecuatoriana abra todas las puertas posibles para que llegue educación a cada rincón del país, a través de diversas fuentes de financiamiento no solo del Estado, no solo de los padres de familia, a través de aulas físicas, virtuales o lo que fuere. Empezando por garantizar el acceso a materiales y a un maestro, pagando los salarios docentes a tiempo, reconocer económicamente a los maestros que han puesto de su bolsillo materiales, alimentos, transporte, internet, dispositivos para sus estudiantes y para preparar clases. Entonces, la decisión de la Corte Constitucional sobre la suspensión del BI en instituciones públicas tendrá consecuencias en todo el sistema educativo.
El 8 de mayo se realizó en Quito el lanzamiento de lo que será un plan nacional de educación para la próxima década, se trata del Acuerdo Nacional por la Educación, el cual tiene siete mesas o ejes de trabajo: derechos humanos; educación técnica; jóvenes y empleabilidad; educación en valores, educación para el desarrollo sostenible, interculturalidad y educación; desarrollo infantil integral y primera infancia; y, educación a lo largo de toda la vida. Sin embargo, han dejado de lado un eje fundamental del sistema educativo: la cuestión docente.
Sorprende que en el 2019 se hable de educación sin visibilizar a los educadores y al liderazgo pedagógico como la base para la calidad educativa. La formación docente inicial, el desarrollo profesional, la carrera docente, los méritos e incentivos salariales, la remuneración y el escalafón docente son temas fundamentales de los que ya se habla en la normativa educativa vigente y en el proyecto de reforma a la Ley Orgánica de Educación Intercultural. Temas relevantes que deben ser debatidos, cuestionados, mejorados y planificados para la próxima década en el marco de un diálogo nacional con todos los actores de la política educativa ecuatoriana.
El país ha invertido en la formación docente a través de la creación de la UNAE y becando a maestros y maestras para procurar que alcancen estudios de cuarto nivel y de esta forma incidir en la mejora de la calidad educativa de la educación pública, constituyéndose un ejemplo para la región. Así mismo, los últimos años hemos sido testigos de miles de denuncias de abusos sexuales cometidos por docentes dentro de las instituciones educativas tanto públicas como privadas; de casos de corrupción en la asignación de cupos para acceder a la educación pública; y de casos de violencia entre pares que no tuvieron una intervención oportuna.
El Acuerdo Nacional por la Educación debe abrir la puerta al debate sobre lo bueno y lo malo del ejercicio y la formación docente en Ecuador; me parece un total desacierto de la política educativa ecuatoriana no tomar a la cuestión docente como un eje de este Acuerdo. ¿Quiénes establecerán en nuestros niños y adolescentes las bases para la educación a lo largo de toda la vida? ¿quiénes formarán jóvenes para los empleos del futuro? ¿quiénes formarán en valores a los niños, niñas y adolescentes que asisten a los establecimientos educativos? ¿quiénes son los responsables de capacitar a los adolescentes que siguen la educación técnica? ¿quiénes cuidan y acompañan el desarrollo de los infantes en sus primeros años de vida? ¿quiénes enseñan a garantizar los derechos humanos y el desarrollo sostenible en ambientes interculturales y diversos?
Hoy en Ecuador celebramos el día del maestro y quisiera hablarles de los grandes pedagogos ecuatorianos y de cómo me inspiraron, pero no los conozco todavía ni cómo influyeron en el sistema educativo ecuatoriano o en la región; esa es una de mis asignaturas pendientes: la historia de la educación ecuatoriana.
Así que parto del mismo lugar de quienes me leen, sé que el 13 de abril de cada año celebramos el día del maestro ecuatoriano en honor a Juan Montalvo, que tenemos un himno al maestro que nos saca lagrimitas cuando lo escuchamos; que existen buenos maestros y malos maestros.
Conozco profes capaces de crear un vestido con unos cuantos juegos de barajas, y esos profes que trabajan como hormiguitas para mudar una clase, preparar un festival, adaptar materiales y contenidos para las necesidades de estudiante. Así como también conozco profes que no reciben el trato que merecen, que no tienen estabilidad laboral, que con cada decisión del Estado o de la directiva de la institución educativa donde trabajan se desmotivan cada día más de su profesión.
Profesores hay muchos, “profes” muy pocos. Todos quienes hemos asistido a la escuela, al colegio, a la u, podemos distinguir que tuvimos un profe a quien quisimos más que nos marcó de una u otra forma. Esa profe que la recordamos siempre, que es parte de nuestras anécdotas del colegio, o que nos motivó para seguir o no seguir por determinado camino profesional. La mayor de las suertes la tenemos quienes tuvimos profesores con manos de ángeles, personas que con cada clase llegan a tu corazón, a cada fibra de tu cuerpo, profes que saben cómo, cuándo y dónde estimular el cerebro y los resultados son increíbles: aprendes, creces, cambias.
No tuvieron la misma suerte las víctimas de abuso por parte de sus profesores o autoridades; lamentablemente han ejercido la docencia delincuentes de todo tipo y en lugar de producir recuerdos positivos generaron traumas en niños, niñas, adolescentes, jóvenes. Han marcado familias con dolor. Lo escribo aquí por respeto a las víctimas, porque no todos los profes son malos, porque confío en la pedagogía y en la existencia de grandes maestros que cada día y en el anonimato educan seres humanos para convertirse en ciudadanos globales. Aún así, no podemos cerrar los ojos a los daños ni esconder víctimas; para mejorar la educación y garantizar experiencias escolares de calidad hay que prevenir y reparar, abrir los ojos y actuar.
Basta de nostalgia. Hablemos de realidades, del presente y del futuro. El romanticismo de la fecha a veces nos traiciona y nos quedamos en las conmemoraciones, los reconocimientos a quienes han dedicado toda su vida a la docencia, serenatas, poemas, y flores, son bonitos e importantes pero de la cuestión docente hay mucho que hablar.
Esta semana pasó a la historia porque por primera vez se pudo fotografiar un agujero negro; producto de un trabajo colaborativo de investigadores de varias disciplinas y de un equipo liderado por una mujer, una estudiante de doctorado: Katie Bouman. Si bien las fotografías del #blackhole son impresionantes, lo que más ha trascendido son las fotografías de Katie mientras se tomaba la fotografía y su breve entrevista después de ello. Es imposible no emocionarse con ella, le brilla la mirada, transmite su pasión, su triunfo que no tiene límite sino más preguntas para investigar con mayor profundidad acerca de este fenómeno del universo. La fotografía del agujero negro es un claro ejemplo de porque en la escuela primaria y secundaria ahora se TIENE que trabajar por proyectos, resolviendo problemas y colaborativamente. La importancia de aprender a aprender, a cuestionar, a indagar.
¿cómo transformar la enseñanza para generar esa pasión? ¿ cómo innovar nuestro sistema educativo para formar más chicas y chicos como ella? ¿cómo generar y mantener esas miradas de nuestros estudiantes que han descubierto algo nuevo, que han resuelto un problema por sí mismos? ¿qué estamos haciendo hoy en las aulas para avanzar hacia el futuro? La clave de todo: los docentes.
Entonces ¿cómo va la cuestión docente en Ecuador? debemos pensar en dos instancias: los docentes que están en ejercicio y los que están en formación inicial (cursando estudios de tercer nivel). Según datos del Ministerio de Educación, Ecuador tiene 221.337 docentes entre niveles inicial, básica y secundaria entre todos los sostenimientos (esto al 2018); mientras que datos del INEVAL sobre la formación de los docentes en ejercicio al 2016, indican que si bien hay más docentes mujeres que hombres, son más los hombres que poseen un título de cuarto nivel, el doble en relación a las profesoras que cuentan con estudios de posgrado. El Geoportal de SENESCYT indica que en el 2015 apenas el 8% de la matrícula a nivel nacional correspondía a carreras de educación (inicial, básica y diferentes especialidades).
Los esfuerzos por mejorar la cuestión docente van desde espacios virtuales de formación, becas y convenios para estudios de posgrado con universidades locales y extranjeras, la creación de la UNAE como una universidad específicamente destinada a producir docentes. Una nueva recategorización docente, las evaluaciones SER MAESTRO y SER DIRECTIVO, los incentivos salariales en base a los resultados de estas evaluaciones (consta en la LOEI pero no han sido aplicados), el programa de mentores educativos y la medida más reciente: la reducción de la carga administrativa para docentes de instituciones educativas públicas, privadas y fisco – misionales.
Tal vez se pregunten en dónde están los mejores maestros y cuáles son los mejores formados o sobre la efectividad de las medidas enunciadas anteriormente, cuáles son los parámetros para decir si un docente es bueno o malo. Qué tan fácil o qué tan difícil es ser maestra, si es una cuestión de vocación o de talento. Tal vez nos falte información y precisemos investigar para resolver todas estas preguntas; si hay algo de lo que estoy segura es que llegó la hora de abrir el debate y de comprometernos más con la educación de nuestro país y con los docentes ecuatorianos.
Quiero pensar, y hoy les invito a creer, que en Ecuador tenemos 221.337 creadores de estrellas que alumbran el camino hacia el futuro. Creadores de estrellas en cada institución educativa encendiendo la chispa en la mirada de los estudiantes. Que el presente y futuro del Ecuador contará con ciudadanos, profesionales, investigadores formados con valores; estrellas creadas con pasión, paciencia, perseverancia, fruto de la creatividad y la disciplina.
¿Qué significa la sentencia de la Corte Constitucional y su jurisprudencia vinculante para las instituciones educativas? ¿cuáles son las consecuencias de la resolución de la Asamblea Nacional? ¿Qué hacer con la educación sexual? ¿Cómo plantear el tema a los padres de familia y que sean aliados en lugar de enemigos durante el próximo año escolar? ¿Quiénes son los adolescentes que llegarán a las aulas en septiembre? Sin duda es un tema complejo y surgen más preguntas, propongo en este post hacer un recuento de la sentencia, la resolución y un pronóstico sobre quienes llegarán a las aulas.
1. Sentencia vinculante de la Corte Constitucional
El 27 de junio de este año mediante sentencia N° 003-18-PJO-CC, la sala de revisión de la Corte Constitucional resolvió el caso N° 0775-11-JP dónde se presentó una acción de protección en contra del Plan de Prevención de Embarazo Adolescente del Ministerio de Salud Pública. En el 2011 el Tribunal Sexto de Garantías Penales de Pichincha rechazó esta petición ya que encontró infundamentada y que el Ministerio de Salud estaba cumpliendo con el mandato constitucional y legal. Los representantes de la Fundación Papá por Siempre se quejaban del acceso gratuito a preservativos por parte de adolescentes entre 12 y 14 años y por atentar al deber de los padres de educar a sus hijos.
Para resolver este caso, la Corte Constitucional en funciones tomó en cuenta algunas definiciones para enmarcar su análisis y decisión, desde la definición biológica, cronológica, sociológica y jurídica de la adolescencia; lo que constituye el principio de autonomía, el principio del ejercicio progresivo de derechos en la adolescencia, los derechos sexuales y reproductivos garantizados en la normativa ecuatoriana vigente para todos los ciudadanos y en particular para los adolescentes. Analizó el concepto de familia y las garantías constitucionales así como los fallos y jurisprudencia emitidos por la misma corte en relación a los tipos de familia reconocidos y protegidos por la constitución (“la Corte considera que la Constitución del Ecuador reconoce como familia a todo grupo humano que tenga vida en común en la que se formen vínculos afectivos y materiales de dependencia mutua sea cual sea su grado de formalidad y el sexo de sus miembros”), los deberes de la familia, el derecho a la intimidad familiar, el derecho a la salud. Finalmente, en referencia a la campaña de prevención de embarazos en la adolescencia y la educación sexual por parte de los organismos del Estado concluye lo siguiente:
“119. Esa intervención estatal no puede de ninguna manera entenderse como una injerencia indebida en la obligación de los adultos miembros de la familia de informar a sus hijos e hijas adolescentes sobre la salud sexual y reproductiva. De hecho, dada la condición de las y los adolescentes de actores sexuales, es fundamental que estos estén en la capacidad de asumir sus decisiones, para lo cual, tanto la familia, como la sociedad y el Estado deben otorgarles toda la información requerida, pero además, adoptar medidas efectivas que permitan el ejercicio pleno de esos derechos, en concordancia con el derecho a la salud (at. 32 C.R.) y a la educación (art. 26. C.R) garantizados en la Constitución de la República.”
Posterior a esto, se encuentra lasentencia de la Corte Constitucional que establece dos reglas y es lo único que se ha compartido y debatido en la mayoría de medios, redes incluso en la Asamblea:
REGLA #1
“La intervención de los padres, madres o la persona a cuyo cuidado se encuentran, sobre los derechos sexuales y reproductivos de las y los adolescentes, debe encaminarse a dotarles de la guía y las herramientas necesarias y suficientes que les permitan adoptar decisiones libres, informadas y responsables. Por lo tanto, corresponde únicamente a la o el adolescente decidir sobre su vida y salud sexual y reproductiva, fundamentando sus decisiones en las herramientas otorgadas por la familia y el Estado, para la adopción de decisiones libres, informadas y responsables.”
REGLA #2
“La autoridad tuitiva de los padres, madres o de cualquier persona encargada del cuidado de niñas, niños y adolescentes, cesa el momento en el que el ejercicio de la obligación de cuidado, crianza, educación, alimentación, desarrollo integral y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, vulnera su derecho a la información, a la educación y a la salud sexual y reproductiva, transgrediendo los principios constitucionales de su interés superior, su derecho a ser consultados en los asuntos que les afecten, y su calidad de sujetos de derechos, activando la intervención del Estado como un “salvador externo” que imponga medidas que operen a favor del efectivo ejercicio de los derechos de niños, niñas y adolescentes.”
En conclusión:
La educación sexual es obligación de todos: familia, sociedad, escuela y Estado (Ministerio de Educación y Ministerio de Salud).
El límite a esta guianza o acompañamiento es la autonomía de los adolescentes, son ellos quienes deciden cómo, cuándo y con quien empezar su vida sexual activa y el ejercicio de su sexualidad.
Nadie puede impedir a los adolescentes acudir por información y atención médica en relación a su salud sexual y reproductiva. En caso de que la familia, el Estado o la institución educativa les niegue el acceso a información certera en forma diligente y que le permita tomar decisiones adecuadas en pos de proteger su integridad, los adolescentes pueden acudir a una autoridad judicial y solicitar la protección de sus derechos.
Decisiones libres, informadas y responsables: aquí las instituciones educativas tienen un rol protagónico, por un lado les corresponde facilitar el acceso a la información, a la difusión sobre los derechos sexuales y reproductivos. Por otro lado, tendrán que trabajar con mayor profundidad en el desarrollo de habilidades sociales, en la resolución de conflictos, en la responsabilidad y el respeto cuando cuando los adolescentes y las personas en general tomamos decisiones sobre nosotros y nuestro cuerpo.
2. Resolución de la Asamblea Nacional en “defensa de la familia”
Lo más difundido a través de los medios de comunicación fueron las intervenciones de los asambleístas donde quedaba clara su postura sobre los derechos de los adolescentes y la educación sexual, con reiteradas expresiones de apoyo a los padres de familia, a que solo a ellos les corresponde la crianza de los hijos, un discurso acorde a la campaña “Con mis hijos no te metas”.Aquí, la nota de El Universo “Asamblea respalda derecho de padres para criar a sus hijos sin interferencias del Estado”.
Laresolución de la Asamblea Nacional del 31 de julio del 2018, cuenta con 5 artículos, en su motivación se mencionan algunas disposiciones constitucionales, bajo su conveniencia para sostener su postura, se toman también antecedentes de hecho como la cantidad de embarazos adolescentes, han dejado de lado normativa que sí fue considerada por la Corte Constitucional, en general la motivación de la resolución no es coherente con el mensaje que se presenta en el articulado.
Desde el primer artículo la resolución presenta una ponderación hacia los derechos de los adultos y no hacia los derechos de los adolescentes, con expresiones del tipo “el derecho de la familia”, los derechos humanos de la familia, “los derechos de los padres” y con escuetas menciones al interés superior del niño, la corresponsabilidad del Estado con la familia en su protección.
Para rematar la Asamblea Nacional finaliza su resolución exhortando a la Corte Constitucional para que respete el derecho de las familias a elegir como educar a sus hijos. Con este texto hacen quedar a la Corte Constitucional como si estuviera vulnerando derechos de los adolescentes cuando en realidad han cumplido su labora a cabalidad resolviendo en derecho una consulta sobre derechos fundamentales y con mayor profundidad en su argumentación jurídica sobre la autonomía de los adolescentes para decidir sobre vida sexual.
La postura de la Asamblea Nacional es clara: prevalece el derecho de los padres por sobre los derechos de los adolescentes, es decir, los considera como objetos de cuidado y no sujetos de derecho, seres en desarrollo que adquieren derechos y obligaciones progresivamente.
Aquí lo verdaderamente grave, pues han pasado casi 30 años desde que se aprobó la Convención de los Derechos del Niño que puso en marcha un nuevo paradigma con la Doctrina de la Protección Integral, los principios de interés superior del niño, corresponsabilidad, ejercicio progresivo de derechos, entre otros. En el 2003 se aprobó el Código de la Niñez y Adolescencia que dio paso al reconocimiento de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos en Ecuador. La Constitución del 2008 continuó con este espíritu garantista y aprobó el voto facultativo para adolescentes a partir de los 16 años. El 27 de junio del 2018 la Corte Constitucional emitió una sentencia con carácter vinculante sobre el principio de autonomía, el límite que imponen los derechos de los adolescentes a los adultos, los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes. El 31 de julio de 2018 los asambleístas pusieron el progresismo de lado, retrocedieron no solo hacia un marco jurídico conceptual que no existe más, sino que vulneraron los derechos de un grupo de atención prioritaria como lo reconoce la Constitución en su artículo 35.
Cito el texto completo del artículo 44 que la Asamblea evitó en su motivación e hizo una escueta referencia, como ejemplo de su manipulación de la ley para soportar una postura que vulnera derechos e invisibiliza a todo un grupo poblacional en Ecuador.
“Art. 44 El Estado, la sociedad y la familia promoverán de forma prioritaria el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes, y asegurarán el ejercicio pleno de sus derechos; se atenderá al principio de su interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas.
Las niñas, niños y adolescentes tendrán derecho a su desarrollo integral entendido como proceso de crecimiento, maduración y despliegue de su intelecto y de sus capacidades, potencialidades y aspiraciones, en un entorno familiar, escolar, social y comunitario de afectividad y seguridad. Este entorno permitirá la satisfacción de sus necesidades sociales, afectivo-emocionales y culturales, con el apoyo de políticas intersectoriales nacionales y locales.”
¿En qué se traduce esto para las instituciones educativas? En la necesidad de plantear posturas y lineamientos para la educación sexual durante el próximo año lectivo, en cómo se crearán alianzas con las familias procurando crear un clima escolar positivo y de contención para los estudiantes. Este tema es delicado e importante y me gustaría profundizar en otro post, por ahora únicamente les dejo esto: corresponde al director o directora del colegio tomar las riendas y liderar.
3. La institución educativa y los adolescentes
¿Qué es lo que se viene? Después de noticias y debates, de las decisiones de los poderes del Estado, ¿Qué se encontrará un docente de secundaria en el aula?
Vivo en Buenos Aires y desde hace 5 meses todos los días veo chicas de 12 y 13 años, con su pañuelo verde en el cuello, como una gargantilla que no se sacan nunca. Veo chicos que se envuelven el mismo pañuelo en la muñeca, otros lo llevan anudado en sus mochilas. Un pañuelo que lo llevan como si fuera un super escudo, un símbolo que los identifica y los une, porque aunque acudan a distintas instituciones secundarias, públicas y privadas, tienen en común la edad y los ideales.
Tan chiquitas y comprendieron que no se puede vivir con miedo, que sus cuerpos están cambiando y sus aparatos reproductores en desarrollo son capaces de producir una nueva vida, aunque sus cuerpos tan pequeños todavía no tengan la fuerza para sostenerla. Son adolescentes que quieren información, saber qué hacer ante una situación violenta, qué hacer para no ser víctimas, cómo cuidarse, cómo ejercer su sexualidad. Empoderarse del pañuelo verde a una “temprana edad” es comprender una pregunta filosófica milenaria “el origen de la vida”, ligada al consentimiento y al deseo. Es el instinto manifestándose a través de curiosidad, de la memoria celular o ese algo dentro de uno que te hace querer saber más de un tema.
La revolución de las hijas y la marea verde no es una moda, no es la novela de turno con ídolos teens, actores o cantantes, son adolescentes y no unos rebeldes sin causa, en Argentina piden “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Es una influencia que va a llegar a Ecuador sí, tal vez embanderados con el color violeta u otro color, los adolescentes se empezarán a movilizar porque se pretende negarles la educación sexual para decidir.
Este debate sumado a lo resuelto por la Corte Constitucional y la resolución de la Asamblea Nacional, van a marcar el curso de este próximo año escolar, yo lo veo como una oportunidad para el aprendizaje basado en proyectos, para guiar los procesos de enseñanza y aprendizaje de forma que satisfagan los intereses y necesidades de los estudiantes, la construcción de vínculos que lleven a una sana convivencia escolar, el desarrollo de habilidades, cubrir temas como el debate y la argumentación, investigación en fuentes primarias y secundarias.
Estudiantes hiperconectados, adolescentes movilizados, colegios, docentes y familias interpeladas por las nuevas generaciones para que respeten sus derechos. Los docentes de secundaria tendrán entre sus estudiantes a hijos de padres que apoyan “que no se metan con sus hijos”, hijos de padres que apoyan la educación sexual, e hijos de padres que no se dan ni por enterados del alcance del internet y las redes sociales en la vida y educación en la actualidad. Los docentes, directivos y demás profesionales que trabajen en nivel secundario deberán poner énfasis en un modelo de enseñanza afectiva que facilite estos procesos; en casa, los padres, madres y adultos responsables del cuidado del bando, religión, nacionalidad o edad que fueren, también deberán de abrir sus ojos, sus corazones y sus oídos que han estado voluntariamente sordos hacia las demandas de chicos que a través de la tecnología acceden a todo lo que desean conocer, deban o no saberlo, sea o no sea apropiado para su edad; porque al fin y al cabo, una resolución de la Asamblea como la del 31 de julio pasado, no defiende la familia sino que pone en riesgo a los adolescentes.
El pronóstico es positivo para quienes estén dispuestos a contener y guiar estas demandas y los estudiantes que las defiendan; mientras que el pronóstico es negativo para asambleístas, organizaciones como “con mi hijo no te metas” y demás adultos que sostengan la desinformación y las prohibiciones en relación a los derechos sexuales y reproductivos en primera instancia y la consideración de los adolescentes como sujetos de derecho en segunda pero no menos importante instancia.
En acontecimientos recientes y a dos semanas de las elecciones, la educación sigue siendo protagonista de la campaña electoral segunda vuelta.
Feriado bancario vs. Feriado educativo
El diario oficialista, El Telégrafo, publicó un artículo de Fander Falconí donde habla sobre “El Feriado Educativo” que causaría la elección de Lasso como presidente del Ecuador. La desinformación y confusión son el hilo que siguen todos aquellos que se encuentran del lado del oficialismo, sucede lo mismo con este artículo; Alianza País ve al Banco de Guayaquil hasta en la sopa.
El plan de gobierno de Lasso nada dice de financiar directamente a las escuelas privadas en lugar de dar cheques a los padres de familia. El voucher solo puede funcionar como un subsidio directo a los padres para su elección de escuela. Ellos eligen a cuál escuela pagar para que sus hijos asistan y reciban la educación que desean. La opción de subsidiar en parte a una escuela de gestión privada sigue estando vigente en Ecuador, no es creación de Lasso, las escuelas fiscomisionales cuya existencia está prevista en la Constitución y en la LOEI, son financiadas por los padres y por el Estado.
El padre pobre no tiene otra opción que la escuela pública, y eso si es que considera a la educación como un bien importante para su familia, de lo contrario, sus hijos simplemente no asistirían a la escuela o trabajarían (el trabajo infantil no ha sido erradicado en su totalidad en Ecuador, los niños en situación de calle es una problemática todavía visible, etc).
Las instituciones financieras, es decir los bancos, sí son parte de la gestión de los fondos y pagos de pensiones de las IE particulares, y no, un sistema de vouchers no significa engrandecer la cartera de clientes del Banco de Guayaquil directamente, ni es ese el propósito de implementar una política educativa de tal magnitud.
La educación siempre ha sido un bien sujeto a las leyes del mercado, no así, un derecho humano. La oferta educativa tiene relación con la demanda educativa, si no hay niños, adolescentes, jóvenes que educar, no son necesarios los maestros ni las escuelas. Si se amplía la cobertura educativa, es decir la oferta, es porque existen ciudadanos que requieren ser educados, es su derecho acceder a un servicio educativo gratuito, ellos constituyen la demanda de más y mejores escuelas, de más y mejores maestros.
El incremento o reducción de la matrícula en todo tipo de sostenimiento tiene varios motivos, uno de estos es el crecimiento o decrecimiento poblacional. Si hay menos niños, se cierran los grados y se despiden los maestros (reducción de la demanda); si es que hay más niños o adolescentes que educar, entonces hay que abrir más grados o crear más escuelas, contratar más maestros (incremento de la demanda); esa es la realidad ecuatoriana y latinoamericana; así funciona el mercado educativo, ya sea que corresponda a un modelo de Quasimonopolio educativo (sistema educativo ecuatoriano) o un modelo de Quasimercado.
En conclusión, si Lasso gana las elecciones del 2 de abril, la educación no volvería a ser considerada una mercancía, ésta siempre lo ha sido. Aducir que el feriado bancario, es decir la crisis causada por la iliquidez cambiaria en el sistema financiero ecuatoriano a fines de los 90s, es lo mismo que el estancamiento educativo es completamente errado. El supuesto “feriado educativo” del que habla Fander Falconí como un retorno a un pasado infame tampoco es posible, Ecuador tiene un Plan Decenal de Educación, el sistema educativo ecuatoriano ha sufrido una profunda reforma en la última década y de esto no se vuelve, el presente y el futuro son el único camino para la educación ecuatoriana, sin importar el gobierno de turno.
2. Lasso presenta a su delegado para el sector educativo
El candidato Lasso oficializa a León Roldós como su delegado para encargarse del ámbito educativo. Ahora ofrece “educación inclusiva y gratuita” y nos pone a la espera de un plan educativo a manos de Roldós. Lasso sigue sin entender que en primer lugar ya existe un Plan Decenal de Educación 2016 -2025 y que el Estado es parte de varios compromisos internacionales como lo son las metas educativas 2021, los objetivos de desarrollo sostenible, el Marco para la educación 2030, entre otros, la agenda educativa a largo y mediano plazo están marcadas.
Lo más importante, es que Lasso olvida que antes de realizar una nueva reforma educativa, hay que escuchar esas voces que se han mantenido en el anonimato, o silenciadas a la espera de un nuevo régimen de gobierno. Precisamente esta necesidad de escuchar otras voces es lo que motiva el cambio de gobierno, son estas voces las que le otorgarán el voto el 2 de abril.
3. El debate sobre la educación
Final y tardíamente la Red de Maestros convoca al debate sobre la educación. Esta semana a través de sus redes sociales, el gremio oficialista hizo públicas cartas dirigidas a los candidatos presidenciales donde los convoca a un diálogo sobre la educación – recordemos que Lenin no debate, solo acude a “diálogos” o monólogos con estructura de sabatina-.
Comparto la opinión de Milton Luna Tamayo representante del Contrato Social por la Educación, los cambios en educación deben reflejar las necesidades de la sociedad civil y la falta de debate impacta en la credibilidad de los candidatos. Conocer a los equipos técnicos de los candidatos para cada ámbito de la política pública elevaría el debate y además dejaría un claro mensaje de la dirección que tomaría al gobernar el país el ganador de la contienda electoral en abril.
“Si en general cada pueblo tiene un principio, las partes que lo componen, esto es, las familias, también lo tendrán. Consecuentemente, las leyes de la educación serán diferentes en cada especie de gobierno; en las monarquías tendrán como objeto el honor, en las repúblicas, la virtud, y en el despotismo, el temor.”
Montesquieu
Hay momentos en la vida en que se unen el cielo con la tierra, hay momentos en que se unen el infierno con la tierra, o momentos en que están todos juntos, revueltos y poniendo nuestras almas en un hilo. Estas últimas semanas, estos últimos días nos encontramos, me parece, en esa confusa revuelta. Duele la humanidad con tanta desgracia, duele la humanidad con la masacre, la guerra, la muerte, la impotencia se multiplica. Son momentos en que el alma no se sobrepone al impacto de la muerte de niños en la Franja de Gaza y al instante siguiente desaparece un avión; momentos en que los gobiernos nos tienen en “pindingas” con sus decisiones económicas, cambios en políticas monetarias y consecuente creciente conflictividad social.
No estoy viviendo en Ecuador, soy una estudiante – migrante, pero estoy pendiente de todo lo que pasa y me mantengo informada de la actualidad del contexto político y social de nuestro país, no solo porque lo extraño sino también porque las políticas y el programa de gobierno de Correa causan mucho interés, especialmente en el área de educación que es lo que estoy estudiando en Buenos Aires.
Confieso que tengo mucho por aprender, ignoro muchas cosas de las ciencias sociales, de la economía y de la econometría, de la pedagogía también por supuesto, pero aquí estoy, aprendiendo. Como hoy toda reflexión me atraviesa por la educación y ante tanto debate, tantas peleas y señalamientos de pro gobierno, en contra del gobierno, inocentes, víctimas, héroes y villanos, decidí atreverme a compartir ciertas reflexiones e inquietudes que seguramente no compartirán, pero ahí van.
1. La Capacidad para Amar
Voy a partir de la gracia de la semana en Ecuador, eso que nos motivó a bromear, que desató la sal y chispa “quiteñas”: la capacidad para amar. Es extraño por así decirlo, que la misma semana en que se expulsa del país a “los gringos” que colaboraron con la Fundación Pachamama, la Secretaría del Buen Vivir en un intento de hacer algo más bizarro que su propia existencia nos venga con su nueva atribución, “la capacidad para amar”. ¿Estamos de acuerdo en que lo sucedido con los gringos no fue una muestra de amor al prójimo?
Dejando de lado las obviedades y las bromas, tengo una gran pregunta ¿en qué imaginario nos pretende inscribir el actual gobierno cuando por un lado se “preocupa” por nuestra felicidad, por el amor, el romance; mientras que por otro lado hace reformas impositivas, procura la aprobación relámpago de un código monetario, y dispone de las utilidades correspondientes a los trabajadores en una misma semana? En lo efímero y subjetivo que es el tema de la capacidad para amar, y el hecho mismo de amar, lo demás es objetivo, certero y desconcertante. El objetivo es el bolsillo del ciudadano, no hay duda de que el gobierno desea apropiarse de una mayor proporción de los ingresos de los ciudadanos, y definitivamente el no saber a qué atenerse porque cada semana hay algo nuevo en temas económicos y, se vislumbra una inestabilidad financiera que nos llena de temor.
Esto aparenta ser un chantaje emocional, justificado en el amor y en la búsqueda de bienestar para los ecuatorianos, un poco de amor rudo, “me preocupo por tus sentimientos, por eso bebe hasta embrutecerte, ya se puede beber los domingos y bajarán los precios de los licores “- ¡salud! -¿son nuestros gobernantes capaces de amarnos tal y como somos? ¿O nos aman siempre y cuando nuestra voluntad se encuentre viciada? El asunto es, que no logró encuadrar todo lo acontecido en esta semana con ese norte que es el Plan Nacional del Buen Vivir que se supone es el destino que nuestro “padre Estado” ha diseñado para nosotros, sus “hijos”; no sé si el gobierno quiere aceptarnos como consumidores de productos de calidad, usuarios de servicios de calidad sin importarnos de donde provengan, esto es de instituciones públicas, privadas o desde el extranjero en una caja, la cajita feliz de nuestra conveniencia.
Mientras reflexiono sobre el amor en tiempos de buen vivir, surge otra interrogante: la capacidad para educar, la cual desarrollo a continuación.
2. La Capacidad para Educar
Argumentos van, argumentos vienen, qué no se ha leído en redes sociales y en “periódicos virtuales”, todo es válido para desacreditar a los partidarios del gobierno, a quienes votamos por Correa y Alianza País, no tengo intención de debatir sobre errores y aciertos del gobierno, ni del rol de una verdadera oposición en una democracia; sin embargo, creo que somos quienes apoyamos y votamos por el proyecto político de Correa y AP quienes somos los primeros llamados a cuestionar y exigir que se cumpla con las políticas por las cuales lo elegimos, claramente ha hecho y dispuesto lo contrario.
Entre los argumentos opositores, leí un post que decía “es que en Ecuador hubo menos inscripción escolar en 2013 que en 2007” seguido de un cuadro tomado del Banco Mundial, y sin mayor desarrollo o cuestionamiento sobre el tema de la matrícula (yo sí me pregunté muchas cosas, busque todos los cuadritos, cifras y estadísticas para leerlo totalmente, edad, repitencia, índice de población en edad escolar, porque insisto, eso es lo que yo estudio ahora en el posgrado); un argumento a medias, ideas al aire para decir “debes estar en contra de”, pero que no convencen; la educación en estos enfrentamientos y creciente conflictividad social se ubica en otro debate: las escuelas del milenio, los fondos de reserva de los maestros, y las reformas curriculares.
¿Es este gobierno capaz de educar a los ecuatorianos? ¿Es Correa capaz de educar? Si hay algo que he aprendido de la vida y la maestría, es que uno puede no saber de educación, puede no tener “título” o formación docente, y en ese sentido habremos muchos anormales en el mundo; sin embargo uno tiene la capacidad para enseñar, instruir, educar a otro.
Desde siempre, bueno, desde que Rafael inició con las sabatinas, me llamó la atención que la mayoría de estas y últimamente con mayor frecuencia toman lugar en escuelas, colegios, universidades. ¿Seré yo la única persona que se pregunta sobre el mensaje, la presencia, el simbolismo de Rafael dando “discursos” desde las instituciones educativas? ¿Es lo mismo “rendir cuentas” en la plaza, el mercado o un coliseo que en una escuela? No, no es lo mismo; es el poder en la escuela, es la asimetría entre el Estado y la escuela, entre el padre y el hijo, no son alianzas, son imposiciones; dice “la educación nos importa” pero la violencia en la escuela no; mientras que las sabatinas incluyen: burlas, insultos, humillaciones, gritos (sin importar a quien sean estos dirigidos), la educación pacífica, democrática y sin violencia no importa.
¿Cómo éramos los ecuatorianos antes de Correa, y cómo lo somos ahora? ¿Cómo era el político promedio ecuatoriano antes de Correa y cómo es ahora? ¿Cómo eran los estudiantes antes de Correa y cómo son los estudiantes ahora? ¿Cuáles son las estrategias, buenas y malas, y el trato entre la gente? Puedo desarrollar más preguntas, la idea es aquí no me preocupo por los textos, por lo que está escrito, sino por lo dicho y actuado, por aquello que se externaliza desde los funcionarios públicos y no por las cosas bonitas que dice en la Constitución, por ejemplo; la idea es reflexionar desde la realidad propia, la introspección y no el borreguismo hacia el opositor, ni el fanatismo hacia el poder. ¿Qué hemos aprendido? ¿Qué queremos aprender? ¿Qué queremos desaprender?
La última pregunta es lo que debemos responder para encontrar el camino y futuro de nuestro país ¿que será honor, virtud o temor? O seremos 15 millones de personas educadas para amar al otro, al distinto, al par, con las diferencias, similitudes y conflictos propios de la humanidad.